En Navarra un almuerzo de príncipes es ese pedazo de almuerzo de media mañana con huevos, chistorra, pan a saco y vino o cerveza que te deja doblado pero feliz. No es cosa fina de hotel, es cosa de bar de pueblo y cuadrilla hambrienta. Y hay que admitir que cuando toca, sienta como gloria bendita.
"Tú verás, pero después del almuerzo de príncipes en la sociedad, con chistorra, huevos y vino, he vuelto al curro y casi me duermo delante del ordenador, parecía un oso en hibernación."