En Nicaragua decir que algo está trucho o que alguien es trucho es llamarlo falso, chueco o poco confiable. Se usa para billetes, negocios, excusas o personas que huelen a estafa desde lejos. No es un insulto brutal, pero sí deja claro que ahí hay gato encerrado y que mejor andes con ojo.
"Mae, ese man que vende celulares en la esquina anda muy trucho, fijo los teléfonos son robados, mejor ni te acerqués que después salís bailando."