Expresión bien mendocina y criolla para decir que alguien está totalmente al pedo, sin hacer nada útil ni productivo. Se usa cuando la persona está tan al cuete que casi estorba, como la oreja del monaguillo en misa, que está ahí nomás de adorno. Es medio burlona, pero con ese humor ácido que en el fondo hace reír bastante.
"Che, el Seba estuvo al pedo como oreja de monaguillo todo el finde, tirado en el sillón con el mate frío y mirando Netflix sin saber ni qué carajo ver."