Se dice cuando alguien llega a un lugar tranquilo y empieza a mover el avispero, armando relajo, chisme o desmadre sabroso. Es como cuando en la peda alguien empieza a tirar comentarios picantes y de repente todos están metidos en el cotorreo. No siempre es caos malo, más bien es ese desorden divertido que anima la reunión.
"Nomás llegó Pablo a la carne asada y empezó a agitar la charola con chismes del trabajo, y en cinco minutos ya todos andaban bien metidos en el mitote soltando carcajadas."