Se usa para hablar de alguien súper tacaño, de esos que cuentan las monedas como si fueran diamantes y les duele gastar hasta en papel higiénico. Es el típico que se hace el loco cuando toca pagar la ronda y siempre tiene una excusa rara. Vamos, que abrir la cartera le da más miedo que una araña gigante.
"Ese man está tan agarrao que en su cumpleaños llevó pastel de aire y todavía pidió que le pagáramos la vela, dizque porque la economía está dura."