En Asturias se usa para hablar de disfrutar tanto de algo que acabas reventado, con esa mezcla rara de felicidad y flojera absoluta. Es como cuando el plan ha sido tan bueno que tu cuerpo dice basta pero tu cabeza aún quiere más. Suena a lujo sencillo de pueblo y a día redondo, de esos que dan hasta envidia.
"Entre la fartura de fabada, la sidra y la caminata por los lagos, acabé tan acobartao que me quedé rodao en el sofá sin fuerzas ni pa cambiar de canal."