En Anzoátegui se usa para hablar de alguien flojo, apagado, sin ganas de moverse ni de hacer nada, como si estuviera pegado al mueble y el cuerpo le pesara una tonelada. También puede sonar a persona desanimada o sin chispa. Es esa vibra de domingo eterno, pero entre semana, y la verdad es que todos hemos estado achantados alguna vez.
"Mamá, deja la gritadera, hoy estoy achantado, ni que me pasaras una gandola por encima me paro a buscarte las arepas."