Clásica costumbre chilena de comer algo a media tarde, tipo merienda potente con pan, palta, queso, jamón, queque y su buen té o café. No es solo picar, es casi una comida completa y excusa perfecta para pelar el cable un rato. Y la verdad, tiene más encanto que cualquier brunch hipster.
"Oye, ¿vamos a tomar once a tu casa esta tarde? Yo llevo el pan batido calentito y tú pones la palta, el queso y el jamón, pero nada de llegar con hambre de almuerzo, ¿ya?"