En Venezuela se usa para decir que uno sale un rato a la calle, a la plaza o al balcón a despejar la mente y sentir el airecito, sobre todo cuando hace calor o se está cansado de estar encerrado. Es como una mini escapada cotidiana para chismear, relajarse y ver pasar la vida, que siempre tiene su encanto.
"Chamo, estoy trancado con este calorón, vamos pa’ la plaza a tomar el fresco un ratico y echamos cuentos hasta que baje el sol."