Se usa de forma irónica para decir que algo es muy pequeño, insignificante o hasta medio ridículo de tan chiquito. Viene del chiste eterno de que Tlaxcala es el estado más pequeño de México, así que el diminutivo ya es puro cotorreo. Es medio carrilla, pero con ese humor mexicano que no perdona a nadie.
"No manches, ese tlaxcallito de carro que te compraste parece juguete, si le suben tres compas ya va a ir pidiendo esquina en la primera subida."