En Uruguay se usa para hablar de un choque de autos muy leve, casi un toque, donde como mucho se abolla un poco la chapa y se raya la pintura. Nada de heridos ni drama, solo el típico sustito y después a discutir con calma quién paga el arreglo. Es de esas palabras que rebajan tensión y hasta dan un poco de risa.
"Bo, nos pegamos una tablita saliendo del súper, se nos marcó un poco el paragolpes pero por suerte quedó todo bien y seguimos viaje tranqui."