Se usa cuando alguien termina confesando un chisme, un secreto o algo que estaba guardando muy calladito. Es como cuando ya no aguantas la presión y cuentas todo, a veces por presión, a veces por antojo, a veces por puro chismoso. Suena muy mexicano y la verdad es que tiene bastante gracia.
"Le dijeron que si no soltaba la sopa no había chelas ni tacos al pastor, y el vato cantó todo el chisme en menos de un minuto."