Se usa cuando alguien de pronto se descontrola, se le bota la canica o hace algo súper inesperado y medio ridículo, como pollo sin cabeza corriendo por todos lados. Puede ser que se ponga a gritar, a bailar, a decir locuras o a hacer un show innecesario. Es de esas frases que pintan perfecto cuando alguien se pasa de intenso, y la neta suena muy cagada.
"Estábamos bien tranquilos echando chela y de la nada el Chuy se arrancó el pollo, se subió a la mesa, empezó a perrear con la piñata y casi tira el pastel de tres pisos"