Se usa cuando hay una situación de caos o peligro y cada uno mira por lo suyo, sin preocuparse por ayudar a los demás. Es como decir: aquí ya no hay orden ni mando, que cada cual se apañe como pueda.
"En cuanto dijeron que solo quedaban dos plazas fijas en la empresa, aquello fue un sálvese quien pueda: todos mandando correos, peloteando al jefe y pisándose entre ellos para quedarse."