Se usa cuando alguien deja ver su verdadera cara, sobre todo si se descontrola, se pone desinhibido o muestra un lado medio ordinario que normalmente esconde. Es como cuando se le suelta la cadena y ya no cuida las formas. A veces da risa, a veces da vergüenza ajena, pero siempre revela cómo es de verdad.
"El compadre llegó todo serio a la reunión, pero después del tercer pisco sour sacó a pasear la hilacha y terminó cantando reggaetón arriba de la mesa con la corbata en la cabeza."