Se usa en el sur de Chile cuando alguien termina hecho bolsa después de un carrete o de cualquier actividad muy intensa. Es como decir que quedaste destruido, sin energía y medio arrepentido de tus decisiones. Similar a quedar pa'l tacho, pero con ese toque sureño que suena más chistoso y dramático.
"Hermano, después del carrete en la parcela quedé pa' la corneta, desperté con una empanada en el bolsillo, un calcetín en la mano y sin saber cómo llegué a la casa."