Se usa en plan vacilón para preguntar de forma descarada qué tamaño tiene algo o qué nivel de algo te manejas. Puede ser el coche, las zapatillas, la tele o incluso el ego, todo con tono de coña y colegueo. Es mezcla de inglés cutrillo con castellano, y precisamente por eso tiene su gracia macarra.
"Tú, Joni, vienes al frontón con esa furgoneta nueva y altavoces a tope, qué size te gastas, pareces reguetonero de Miami en versión de barrio."