Expresión chilena para comentar un giro inesperado que te deja loco, como cuando algo o alguien sorprende para bien y cambia todo el ambiente. Se usa harto cuando el más piola del grupo se manda la mejor talla o cuando pasa algo que nadie veía venir. Es como decir tremendo giro, pero con más sabor sureño.
"Estábamos todos medios apestados en la junta, nadie hablaba nada, y de la nada el más fome del curso se mandó la media talla, qué ruletazo, terminamos llorando de la risa hasta las tres de la mañana."