En Áncash se usa para expresar sorpresa total, incredulidad o asombro cuando algo te deja con la boca abierta. Es como decir qué fuerte o no lo puedo creer, pero con sabor bien andino y callejero. Sirve tanto para chismes locos como para noticias buenas o malas, mientras te dejen flipando.
"Oye, el Chato se ha comprado camioneta nueva al contado, después de años misio, ¡qué jato, ese pata sí que cayó parado!"