Expresión muy costeña que se usa cuando alguien anima la fiesta, calienta el ambiente y hace que todo el mundo se active. Es como encender la chispa del parche para que la rumba arranque con toda. Suele decirse cuando llega esa persona que arma el desorden sabroso, y hay que admitir que tiene su encanto bien caribeño.
"La fiesta estaba toda muerta, pero apenas llegó la prima de Barranquilla con la neverita llena y el picó sonando, prendió el juego y hasta la vecina amargada terminó tirando paso en la sala."