Se usa para hablar del típico adulto que sigue pegado a la casa de los papás, sin ganas de independizarse ni de mover un dedo. Vive cómodo, sin pagar muchas cuentas y aprovechando la pensión o el sueldo ajeno. Es como decir que está tan instalado que ni un temblor fuerte lo saca del nido, aunque ya le sobra edad.
"El Julio tiene como cincuenta y todavía sigue pega'o al suelo en la casa de sus viejos, jugando Play todo el día y alegando cuando le cortan el agua caliente."