Se usa cuando alguien vive una situación súper vergonzosa y aun así la sobrelleva con humor, descaro y hasta con un poco de orgullo. Es como decir que la cagaste en público, todo el mundo lo vio, pero en vez de morirte de la pena, te montas en tu burro imaginario y sigues adelante como si nada. Y la verdad, eso tiene su mérito.
"Me caí de jeta en plena procesión del pueblo y todo el mundo se rió, pero yo me levanté, saludé como reina y pasé la pena en burro hasta el final del recorrido."