Se usa para decir que algo está tan difícil de entender o tan misterioso que no se le ve ni pies ni cabeza, como un pozole bien cargado y oscuro donde no distingues nada. Es una forma muy yucateca de decir que algo está enredado, confuso o lleno de secretos. Y la verdad, suena sabroso hasta para el chisme.
"Leí el contrato ese que me mandaste y está oscuro como pozole, mejor que lo vea un abogado antes de que me embarren en algo raro."