Expresión costeña para decirle a alguien que deje de molestar, joder o insistir con lo mismo, como un no me fastidies pero con sabor a brisa de Barranquilla. Se usa cuando ya estás mamado de la cantaleta ajena y quieres poner un límite sin armar tanto drama, aunque igual suena sabroso y hasta hace reír.
"Mija, ya me contaste tres veces lo del ex, deja la lora y no me toques las macetas que estoy viendo el partido del Junior bien concentrado"