Se usa para hablar de un chaval con pasta o que va de sobrado, siempre emperifollado con ropa de marca y actitud de superioridad. Suele ir muy pendiente de la apariencia, del coche que lleva y de los sitios donde se deja ver. No siempre es insulto grave, pero lleva su toque de burla y mala leche, hay que admitirlo.

"Mira al niño pijo ese, bajando a por el pan en chándal de marca, relojazo y oliendo a colonia cara como si fuera a una boda en Marbella."

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