Se usa cuando alguien se pone las pilas y se mete de lleno en una tarea, proyecto o problema, sin flojera ni medias tintas. Es como decir que le meta ganas, energía y constancia, igualito que cuando uno se sienta frente a un buen plato de mondongo y no deja nada. Y la verdad, da hambre solo de pensarlo.
"Mira, si de verdad quieres montar ese negocio de empanadas, deja la habladera y métele al mondongo desde ya, porque la competencia en Yaracuy está brava."