Se usa para decir que te pegaste una sentada épica viendo varios episodios seguidos de una serie, programa o incluso pelis, sin casi levantarte ni para ir al baño. Es como hacer una maratón, pero de pantalla y sofá. Y la verdad, cuando la serie está buena, hasta da orgullo maratonear sin remordimiento.
"Ayer maratoneé esa serie nueva y hoy ando con ojeras nivel zombie, pero valió cada capítulo, estaba buenísima."