Expresión bien misionera para cuando alguien te saca de quicio y lo querés mandar bien lejos, tipo al infinito y más allá, pero con bronca. Es como decir que lo rajás mentalmente a un lugar remoto porque ya no lo aguantás más. No es literal, obvio, pero cuando estás caliente sale sola y hasta alivia un poco.
"El vecino se puso a taladrar la pared a las siete de la mañana un domingo y yo, con resaca y sin tereré frío, lo mandé a la mecha directo, sin escalas y sin pasaje de vuelta"