Se usa para describir a alguien que se ve bien fodongo, todo descuidado, con ropa vieja, sucia o mal combinada, como que no le echó nada de ganas al arreglo personal. No siempre es que huela feo, pero sí que trae toda la pinta de que salió de la casa sin verse ni tantito al espejo. Es medio carrilla, pero con sabor muy de barrio.
"Oye, compa, cámbiate esa playera toda agujerada, no vayas tan macuarro a la fiesta porque hasta el mariachi se va a regresar al rancho de la pena ajena."