Se usa para decir que comiste hasta quedar a reventar, como si fueras un auto y te hubieran cargado nafta hasta el tope. Muy típica después de un asado bien pampeano, con achuras, vacío y todo el circo. Es ese punto en el que ya no podés ni respirar hondo sin arrepentirte, pero igual valió cada bocado.

"Entre el asado del Tito, las empanadas de la vieja y el postre con dulce de leche, llené el tanque mal, ahora si me levanto del sillón es solo para rodar."

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