En Puno se usa para hablar de echarse una partida de póker con la gente, más por relajo que por plata. Es como decir que vas a desconectar un rato jugando cartas, chismeando y vacilando. La idea es que el juego sirve para limpiar la cabeza del estrés diario, y la verdad es que funciona bastante bien.
"Estoy hasta la coronilla del trabajo, causa, hoy en la noche caigan a la jato para lavar el póker con chelita y harto chisme, que mañana vemos cómo sobrevivimos."