Se usa cuando alguien intenta arreglar, remendar o renovar algo y termina haciendo una chapuza tremenda, toda mal hecha y medio ridícula. Es como meterle mano a algo sin saber mucho y dejarlo peor, pero igual uno se ríe porque el desastre tiene su encanto. En resumen, es un arreglo improvisado, feo y bien criollo.
"Pana, le dije a mi tío que me arreglara el carro y el hombre lo que hizo fue una guasacaca, ahora suena más que autobús de Puerto La Cruz en hora pico."