En Venezuela se usa para pedirle a alguien que hable claro, sincero y sin tanta vuelta, como entre panas de confianza. Es como decir que suelte la verdad sin adornos ni cuentos eternos. A veces también se usa para cortar la ladilla cuando alguien se está enrollando demasiado. Y hay que admitir que es una expresión bien sabrosa.
"Mira, pana, deja la habladera rara y habla pana, ¿te botaron del trabajo o qué fue lo que pasó en esa reunión toda chimbo?"