Se dice cuando alguien está un poco verde de cabeza, como si no estuviera del todo hecho todavía. Puede ser por falta de madurez, de inteligencia o porque va siempre despistado. Es una forma medio cariñosa medio burlesca de decir que a esa persona le falta un puntito para estar al nivel. Y hay que admitir que la imagen de la olla a medias tiene su gracia.
"A ese chaval le falta un hervor, el otro día intentó ligar pagando la ronda con cupones del súper y aún se preguntaba por qué le dijeron que no"