En el Meta se dice estar ventiado cuando alguien está sin un peso, más pelao que rodilla de chivo y con los bolsillos haciendo eco. Es la forma sabanera de confesar que no hay ni para el bus, mucho menos para la pola. Suena chistoso, pero cuando uno está así da más risa por no llorar.
"Parce, ni me invite a ese paseo al río, estoy tan ventiado que si abro la billetera sale un chiflón con olor a sabana llanera."