Se usa cuando algo ya está en las últimas y a nada de reventar, ya sea una relación, un carro todo jodido o hasta la paciencia de alguien. Es como decir que solo falta la gota que derrame el vaso y todo se va al carajo. Muy mexicana, muy dramática y, la neta, bastante gráfica.

"Mi carro ya está para el truene, suena como licuadora vieja y si llego al taller sin que explote en el periférico ya es milagro navideño adelantado."

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!