Se usa cuando alguien está colgadazo, distraído o volando en su mundo, como si se quedara mirando un cuadro que no existe. Es ese momento en que te hablan y tú ni enterado, porque la mente ya se fue de paseo. Y hay que admitir que a veces estar en lienzo también se siente rico.
"En la combi todos apretados y el Carlos bien en lienzo mirando por la ventana, ni se dio cuenta que ya nos habíamos pasado tres paraderos."