Se usa para decir que alguien está todo distraído, ido, como en su propio mundo, sin poner atención a nada. Es el típico que se queda mirando al vacío mientras los demás hablan o que no se entera de lo que pasa a su alrededor. Es una forma medio cariñosa de decirle despistado, aunque a veces también lleva su regaño incluido.
"Mijo, ¿usted qué, está en las lechugas o qué? Le he explicado tres veces lo mismo y sigue con esa cara de que no entiende ni papa."