Se usa en Arequipa para vacilar a alguien que se cree la gran cosa con su pinta, como si su facha picara tanto como el rocoto relleno. Es una forma medio burlona de decir que anda muy creído, posero y según él súper fashion. No es insulto pesado, pero sí un jalón de orejas con sabor bien arequipeño.
"Mira a Manuel, ha venido con esos lentes enormes y el pantalón entubado, todo creído, como si estuviera a la última moda con su rocoto."