En el Valle del Cauca se dice estar a la paloma cuando alguien está reventado del cansancio, sin fuerzas ni para quejarse. Es ese nivel de agotamiento en que uno se puede quedar dormido en cualquier rincón. Suena gracioso, pero cuando estás así lo único que quieres es cama y silencio absoluto.
"Parce, después de coger café todo el día bajo ese sol tan berraco, quedé a la paloma y me quedé roncando encima de los costales en la bodega."