Se usa cuando algo pinta espectacular, casi demasiado bueno para ser verdad, y luego es un chasco de manual. Como ese melocotón perfecto por fuera que por dentro está hecho polvo. Es la típica oferta, plan o persona que promete el oro y el moro y al final te deja con cara de tonto. Y oye, tiene su gracia negra.
"Tío, el piso que vi en el anuncio parecía un palacio y cuando fui a verlo era un zulo con goteras, menudo engaño murciano me comí con patatas"