Expresión muy usada para hablar de hacer algo a la fuerza, sin ganas, solo por cumplir y porque no queda de otra. Es como cuando te mandan a hacer un favor o una tarea aburridísima y tú vas todo amargado, pero igual la haces. Suena chistoso, pero refleja perfectamente esa pereza resignada tan del día a día.
"Parce, me tocó empujar la vaca y acompañar a mi tía al banco, al médico y al mercado, todo el berraco día dando vueltas por Popayán."