Se usa en La Guaira para decir que alguien se va a esforzar durísimo, poniendo todo el aguante físico y mental, como si llenara los pulmones para bancarse una marejada brava. Es como decir que vas con todo, sin guardarte nada, aunque termines reventado. Y la verdad es que suena tan gráfico que provoca usarla a cada rato.
"Chamo, este finde le voy a echar un pulmón a la mudanza de mi tía, porque esa señora tiene más peroles que un mercado de pulgas en diciembre"