En Panamá se dice que alguien está culeco cuando anda emocionadísimo, inflado de orgullo o alegría, casi que no se aguanta a sí mismo. Se usa mucho cuando a uno le va bien en algo, en carnavales o cuando pasa algo que lo tiene alborotado de felicidad. Es como andar pavoneándose por ahí, y la verdad es que suena bien sabroso.
"Desde que le subieron el sueldo, el man anda todo culeco en la oficina, caminando como si fuera el dueño del edificio y echando cuento a todo el mundo."