En Santa Cruz se usa chiri para hablar de un frío fuerte que cala hasta los huesos, de esos que te hacen querer ponerte tres chompas y seguir tiritando. Es ese clima traicionero del invierno cruceño que te agarra desprevenido y te deja pensando por qué no te quedaste en cama todo el día.
"Uy, qué chiri está hoy, loco, ni con dos chamarras y media hora al sol se me calientan los huesos"