Forma muy coloquial y cariñosa de llamar a un niño, sobre todo cuando es juguetón, travieso y no para quieto ni un segundo. Es de esas palabras que suenan tiernas aunque el chigüín esté haciendo desastres por toda la casa. Se usa mucho en el habla cotidiana hondureña y tiene un toque familiar que da bastante ternura.
"Mirá ese chigüín, ya se subió al techo con el perro y el balde de agua, fijo en cinco minutos tenemos circo gratis en la cuadra."