Expresión bien cordobesa y juguetona para llamar a una persona mayor con cariño y un toque pícaro. Suele usarse con abuelos, tías viejas o veteranos del barrio que se la pasan tirando anécdotas eternas mientras ceban mate y opinan de todo. No es insulto, es más bien una palmadita verbal con guiño cómplice y olor a sobremesa larga.
"Che, ancá, dejá de chamuyar con las historias del servicio militar y pasá el mate que se me está secando la garganta de escucharte"