Se usa para decir que alguien se queda pegado a la tele por horas, sin moverse ni para ir al baño. Es como estar en una relación seria con el televisor o el control remoto, cero vida social y full sofá. Suena gracioso, pero también es un jalón de orejas cariñoso para el vago de la casa.
"Oye, Gilberto ya lleva tres días casado con la teta, ni se ha bañado y sigue tirado viendo maratones de su novela como si le pagaran."