Se usa para decir que alguien está despistado, lento para entender o como en la luna, como si de verdad se hubiera caído de un árbol y todavía estuviera medio aturdido. Es esa persona que nunca pilla el chisme a la primera y hay que explicarle todo con dibujitos, pero igual le tienes cariño porque su despiste tiene su gracia.
"Ay mija, yo contándote el novelón de la vecina y tú toda ida mirando el ventilador, de verdad que te vives cayendo del palo con los chismes del barrio."