Reunión familiar o con amigos en un parque, con parrilla improvisada, humo en los ojos y media docena de supuestos maestros parrilleros. Siempre hay alguien que llega tarde con el pan, otro que se olvida el carbón y la abuela o la tía termina mandando a todos para que no arruinen la carne. Y la verdad, menos mal.
"Che, este finde armamos un asado de parque en la costa del río, vos traé el mate y unas tortas fritas porque la carne seguro se demora como dos horas más de lo prometido."